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La plagiocefalia posicional es un problema que alcanza a muchos bebés al principio de la vida. Se estima que alrededor de un 30% de los recién nacidos, en los países desarrollados, sufre esta alteración.

¿Qué es? Se trata de un aplanamiento en la parte posterior de la cabeza, en uno de los lados. Mas específicamente, consiste en una asimetría entre la derecha y la izquierda. Y constituye una deformación que también afecta a la cara del bebe.

¿Cómo se origina? El problema tiene origen en el exceso de tiempo que el bebé pasa boca arriba y a causa de un problema en el cuello que le dificulta girar la cabeza de un lado a otro. Pero también se puede deber a un retraso o una dificultad en el desarrollo de sus movimientos.

Lo cierto es que normalmente afecta más a los bebes que se mueven menos y tienen un poco menos de fuerza.

Pero lo que fundamentalmente hay que tener en cuenta es que son factores fácilmente prevenibles.

Y lo más importante es conocer previamente esos factores, porque la prevención es mucho más importante que la detección.

¿Cómo prevenir la plagiocefalia?

Para prevenirla, hay que tener en cuenta tres factores principales:

  • El bebé debe pasar mucho tiempo boca abajo, desde el primer mes, siempre que se encuentre acompañado y vigilado
  • Es conveniente estimular los movimientos de la cabeza a un lado y otro, hablándole al bebé y ofreciéndole juguetes siempre en los lados y nunca en el centro
  • Es adecuado que un fisioterapeuta experto en desarrollo, como los que integran TMPI, puedan acompañar y verificar que el desarrollo de movimientos del niño es bueno y que su cuello está bien

Un control rápido, fácil y muy necesario

La primera forma de detectar la plagiocefalia es tocar la cabeza del bebé por detrás.

Lo podemos sentar sobre las piernas e intentar observar si en uno de los lados hay una forma más aplanada y en el otro una más abultada.

Es decir, hay que intentar determinar si existe una diferencia entre una zona y la otra.

La otra forma de detección es mirar al bebé desde arriba y observar si tiene las orejas a la misma altura, o tiene una mas adelante que la otra.

Ese sería un signo de que la plagiocefalia se ha instalado y está modificando la forma de la cabeza del niño o la niña.

Un consejo final

A no dejar de prestar la necesaria atención. La plagiocefalia es un problema que, si estamos atentos al inicio de la vida, puede ser prevenido, tratado y solucionado totalmente.

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