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La tortícolis muscular congénita es una alteración que afecta el cuello y la posición de la cabeza en los bebés. Aproximadamente 2 de cada 10 recién nacidos presentan este problema, que puede ser causado por posiciones forzadas en la pelvis materna durante el embarazo o partos complicados. 

Es un problema importante, ya que impide que el bebé gire o mueva adecuadamente su cabeza, lo que puede llevar a otras complicaciones como asimetrías en el tronco, aplanamiento de cabeza, dificultades en el movimiento de una mano e incluso problemas en la cadera. 

Es esencial detectar y tratar la tortícolis en el bebé lo antes posible para evitar consecuencias en su desarrollo.

A continuación, presentamos 5 consejos útiles para ayudar a los padres a tratar la tortícolis muscular congénita en sus hijos

1) Estimula su mirada

Los bebés que fijan mejor la mirada y que siguen los objetos en movimiento suelen tener un desarrollo más adecuado y una estimulación favorable para girar la cabeza. 

Una manera efectiva de estimular su mirada es utilizando caras, juguetes o patrones blancos y negros, como se explica en el «Manual para su primera estimulación visual» de Lucila To

Además, es recomendable intentar ejercer los estímulos hacia el lado en el que el bebé tiene dificultades, de manera que se fomente el giro de la cabeza hacia esa dirección.

2) Háblale a los lados

Es fundamental proporcionar estimulación en los lados del bebé para promover su desarrollo.

Hablarle, cantarle, e incluso tocar su mano en el lado en el que tiene dificultades para girar la cabeza, puede brindarle la estimulación necesaria para superar esta dificultad.

Esta práctica no solo fortalece la conexión entre el bebé y los padres, sino que también contribuye a los movimientos de la cabeza hacia el otro lado.

3) Realizar ejercicios de inclinación

Si el bebé tiene más de dos meses, puedes sentarlo sobre tu muslo y sujetarlo con el tronco, utilizando ambas manos de forma suave y segura.

Luego, inclínalo hacia un lado y hacia el otro. Observarás que la cabeza reacciona y parece querer enderezarse.

Es probable que al bebé le cueste más enderezar la cabeza hacia un lado que hacia el otro.

Al repetir estos ejercicios varias veces para cada lado, se fortalecerá el cuello y se recuperará la capacidad de adaptación al problema que tiene.

4) Aplica masajes en el cuello

Los masajes en el cuello, realizados con presiones suaves y amorosas, pueden ser beneficiosos. No es necesario utilizar crema, simplemente debes aplicar presión en las áreas más tensas que puedas identificar. 

Realiza estos masajes todos los días durante 5 o 10 minutos. Combinarlos con estímulos visuales, hablarle y ofrecerle juguetes en los lados puede ser un plus muy importante para facilitar el movimiento del bebé.

5) Busca ayuda de un fisioterapeuta especializado

En casos en los que la situación sea muy compleja y los consejos anteriores no resulten efectivos, busca un fisioterapeuta. Especialmente puedes recurrir a algún experto en Terapia Manual Pediátrica Integrativa (TMPI). 

Hay que tener en cuenta que todos los bebés deben tener una revisión para certificar que se trata de una tortícolis muscular y no de otro tipo. Pero una vez que ya esté claro el diagnóstico un fisioterapeuta TMPI podrá ayudar a desbloquear la situación.

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